A pesar de los numerosos avances en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular (ECV) y el enorme esfuerzo que las sociedades científicas están haciendo en los últimos anos para concientizar a la población, la ECV sigue siendo la principal causa de mortalidad en las mujeres.
Si bien las intervenciones educativas, de modificación del estilo de vida y farmacológicas han reducido la prevalencia de los factores de riesgo cardiovasculares, el manejo del stress (un factor de riesgo cardiovascular mas prevalente en las mujeres) continua siendo un desafío y una de sus posibles consecuencias es que puede provocar trastornos como la elevación de la presión arterial.
Ante una situación de estrés, se activa un mecanismo de respuesta, a través del sistema nervioso, que consiste en dos opciones, atacar o huir. Para esto, el cuerpo se prepara produciendo hormonas vasocontrictoras que incrementan la presión arterial para hacer frente a la mayor necesidad de sangre por parte del organismo. Además, aumenta el consumo de oxígeno y segrega químicos que provocan inflamación. Si bien ese mecanismo era ideal en la época de las cavernas, para la vida moderna es desmedido, y agregado a ello, las situaciones actuales han convertido al stress en una situación crónica.
Según numerosas investigaciones, en esas circunstancias la meditación ayuda a disminuir la respuesta ante el estrés y, por lo tanto, a controlar factores de riesgo para el corazón como la presión arterial, la inflamación y los problemas metabólicos.
Pero que es la meditación?
En el contexto tradicional, la meditación se refiere a una familia de prácticas mentales que están diseñadas para mejorar la concentración, aumentar la conciencia del momento presente y familiarizar a una persona con la naturaleza de su propia mente.
Existen diferentes tipos de meditación, en algunas el practicante puede enfocarse en la respiración o en un objeto, pensamiento, palabra o frase repetida (“mantra”), cuando la mente divaga, el meditador nota que divaga y aprende a traerla de regreso al momento presente o al objeto de meditación. En la meditación consciente, el individuo se esfuerza por estar en el momento presente y consciente de las sensaciones internas, los pensamientos y los estímulos externos, sin absorberse ni distraerse con ellos. Estas prácticas pueden utilizarse para: aumentar la concentración; promover la relajación; reducir el estrés; calmar la mente y aumentar la felicidad.
Meditar es una práctica milenaria ligada a religiones y filosofías orientales. Pero en las últimas décadas la han adoptado personas de todas las nacionalidades en Occidente para mejorar su bienestar al reducir el estrés y la ansiedad. Es por ello que La Asociación Americana del Corazón (AHA) reviso las investigaciones sobre el tema, en efecto, entre los estudios analizados algunos observaban el impacto de la meditación en el estrés, pero también en el proceso de dejar de fumar, la reducción de la hipertensión, la resistencia a la insulina, el síndrome metabólico, la función endotelial, entre otros.
Estos son algunos de los hallazgos de los estudios sobre la meditación y el riesgo cardiovascular:
· Efectos de la meditación sobre las respuestas psicológicas, psicosociales y fisiológicas al estrés:
La mayoría de los estudios publicados informan de algunas mejoras en los niveles de estrés percibido, estado de ánimo, ansiedad, depresión, calidad del sueño o bienestar general
· Efectos de la meditación sobre la presión arterial:
En un estudio de personas hipertensas, se observó una disminución entre 11 y 4 mmHg en la presión arterial sistólica/diastólica en aquellos que meditaron durante 8 semanas.
En otro análisis de ensayos clínicos de Meditación Trascendental también se observo una reducción en la presión arterial en los pacientes meditadores en comparación con los participantes de control y el beneficio en la reducción de la presión arterial sistólica pareció persistir hasta 12 meses.
Sin embargo la magnitud de las reducciones de la presión arterial sistólica con la meditación varían ampliamente y las limitaciones del estudio no han permitido aun conclusiones mayores.
· Efectos de la meditación sobre el tabaquismo y el consumo de tabaco
Algunos datos aleatorios muestran que la instrucción en meditación consciente mejora las tasas de abandono del hábito de fumar. La meditación también puede afectar dicha conducta a través de cambios en la intensidad del impulso y una mejora del autocontrol.
· Efectos de la meditación sobre la aterosclerosis subclínica
Solo se identificó 1 ensayo que estudió los efectos de una intervención de meditación sobre la progresión de la aterosclerosis. Al cabo de 1 año, el grupo de meditación mostró una reducción en el grosor de la íntima carotídea ( que es un índice de ateroesclerosis subclínica) que no se observó en los otros grupos.
· Efectos de la meditación sobre la isquemia miocárdica inducible
Hay algunos estudios antiguos que sugieren que la meditación puede conducir a una mejora en la duración del ejercicio y una disminución de la isquemia miocárdica; aunque no hay aun nuevos recientes que evalúen los efectos de la meditación sobre el flujo sanguíneo miocárdico con técnicas de imágenes avanzadas.
Los estudios sobre la meditación sugieren un posible beneficio sobre el riesgo cardiovascular, aunque la calidad general y, en algunos casos, la cantidad de los datos de los estudios son modestas.
“Los beneficios de meditar van mucho más allá de aliviar el estrés”, dice Glenn Levine, autor del trabajo.
La meditación puede ser considerada como un complemento a la reducción del riesgo cardiovascular guiada por pautas por aquellos interesados en esta modificación del estilo de vida, con el entendimiento de que los beneficios de dicha intervención aún deben establecerse mejor y que debe ser siempre acompañada del tratamiento farmacológico y otros cambios en el estilo de vida.
Las investigaciones futuras tal vez proporcionen mejor información sobre cómo la meditación podría ayudar a diferentes subgrupos de personas.
Mientras tanto hay buenos motivos para que casi cualquier persona aprenda cómo meditar. Es seguro. No involucra medicamentos. Es accesible. Es algo que puedes hacer sobre lo cual tienes control. Y puedes hacerlo casi en cualquier lugar”.
Te invito a que le regales a tu corazón 15 minutos por día de Meditación!
Bibliografia:
1. Meditation and Cardiovascular Risk Reduction: A Scientific Statement From the American Heart Association. Glenn N. Levine, MD, FAHA, et all. Journal of the American Heart Association. Volume 6, Number 10 https://doi.org/10.1161/JAHA.117.002218